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Las ilusiones en los adolescentes

Posted by Susana on octubre 26, 2017
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“Yo me he creído muy pocas veces en deberes durante toda mi vida. La he vivido y la vivo casi entera empujado por ilusiones, no por deberes […] no considero el deber como la idea primaria de la moral, sino la ilusión. El deber es cosa importante pero secundaria, es el sustituto […] de la ilusión. Es preciso que hagamos siquiera por deber lo que no logramos hacer por ilusión”
José Ortega y Gasset

¿Podemos imaginar a un adolescente que no se ilusione por algo? ¡Sí existen!

Se les nombra de manera irónica “Zombis”, andan por la vida sin que nada les motive, solo pasando el día, cumpliendo mínimamente con sus “Deberes”, la ojera, la falta de motivación, la mediocridad, la ley del menor esfuerzo es lo que los caracteriza. Sus cuerpos tienen músculos ácidos, han desarrollado pocas competencias (habilidades, destrezas, conocimientos) por su falta de actividad y eso los hace tener creencias limitativas de sí mismo y del mundo que los rodea. Podría decirse que están muertos en vida.

Las ilusiones son parte esencial del proceso de desarrollo de las inteligencias de cualquier persona, pero en la adolescencia adquiere un papel fundamental, ya que es un periodo en donde se forma la identidad de la persona. Las ilusiones y sus logros, fortalecen las creencias sobre uno mismo y de eso dependen los proyectos, las metas, las actividades y las motivaciones intrínsecas que tenga el joven para tomar sus decisiones.

Los adultos somos buenos para criticar las ilusiones de los adolescentes, descalificando fácilmente sus proyectos o la falta de ellos. La adolescencia es una etapa de cambios, lo que llega a descontrolar más es que estos cambios pueden llegar a ser muy radicales, en días pueden cambiar de ideas o ilusiones. ¡Calma, es parte del proceso de búsqueda continua de la edad!.

En el proceso de identidad, los demás, sus compañeros y amigos, pueden tener más influencia que sus propios padres y eso, para algunos padres, les cuesta trabajo procesar, causando conflicto y distanciamiento entre padres e hijos.

Las ilusiones en los adolescentes

No podemos decidir los pensamientos ni sentimientos de nuestros hijos, menos podemos ni debemos manipular las ilusiones, pero sí podemos crear entornos y situaciones donde los adolecentes puedan tener ilusiones que les ayuden a ser mejores personas y desarrollen grandes competencias que los prepare para la vida, al inicio puede haber cierto rechazo, pero con las riquezas de las experiencias y los satisfactores de logro de la actividad misma, el adolescente deseará repetir y mejorar dicha actividad.

Los padres de familia pueden llevar a los hijos a campamentos, subir montañas, escalar muros, recorrer ríos, pescar, participar en la creación de una obra de construcción, un taller de pintura, participar en la elaboración de artesanías, hacer instrumentos musicales y tocarlos, ayudar a otros a mejorar su vida cotidiana, participar en una conferencia sobre un tema de interés de los hijos, conocer y platicar con personajes que han tenido éxito por sus logros, ayudar a personas con capacidades especiales, hacer deportes novedosos, desarrollar oficios donde gane dinero por un trabajo que realizó con sus manos e inteligencia, viajar a lugares diferentes, sin lujos, a la aventura, escoger escuelas donde los reten intelectualmente y les den competencias para la vida.

Hay muchas cosas que podemos hacer como padres para que los adolescentes puedan engancharse con una ilusión que los mueva a entrenar, prepararse para lograr eso que desea ser.

Los padres podemos limitar las ilusiones o dejarlas sólo en cuestiones materiales, como “tener” el celular de última moda, el videojuego o la ropa de marca, esas más que ilusiones son deseos materiales por el tener, que a la larga no dejan tantas competencias.

Si el adolescente trabaja para lograr sus deseos materiales, se vale, ya que para lograrlo desarrollará habilidades y talentos que le ayudarán para la vida. La administración y uso de lo que compre el adolescente entra dentro de los límites de disciplina de la familia.

Las ilusiones en los adolescentes

En conclusión, las ilusiones que fortalecen el ser, más que el tener, ayudan a los adolescentes a vivir con más intensidad, a entrenar, a prepararse, a desarrollar competencias, a tomar mejores decisiones, a prepararse para la vida, a mejorar la imagen de sí mismo, a mejorar la autoestima, a fortalecer valores, a administrar el presente para lograr sus metas futuras (que el futuro para un joven puede ser la próxima semana), y a vivir huyendo día con día sabiendo que son importantes y que pueden cambiar al mundo.

Los jóvenes necesitan de ilusiones positivas en un mundo que parece que estuviera contra ellos. Los adolescentes son lo mejor que tiene nuestra sociedad. Provoquemos en ellos ilusiones que les den vida. Un adolescente con sanas ilusiones es un adicto menos. Crear entornos donde el adolescente se ilusione por ser mejor, es el papel más importante de una sociedad.

Mtro. Moisés Contreras Reinoso

Coach y consultor educativo y empresarial

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